jueves, 22 de enero de 2009

Ella iluminó mi ciudad y se echó a correr.

Creo que soy de aquellos amantes a la antigua que le gustan las mujeres que se hacen las difíciles que no dan su brazo a torcer tan fácil de aquellas que te hacen sufrir y estar pensando en ellas todo el dia de las que te hacen sentir tan indiferente, tan pequeño, tan insignificante que te llevan a pensar que seria practicamente un milagro estar con ellas, y no las que te buscan y se dejan consumir por sus deseos y que todo se vuelve tan sencillo como poco satisfactorio y tan lleno de nada con un sentido tan falso que solo se llena con aire.

Al final te voy a volver a encontrar en el camino y solo sera para tomar el mismo tren.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

¡Huh! Y yo pensaba que eran hombres que actuaban así. :)

Yahuas dijo...

Es extraño como los hombres sentimos algo que las mujeres tambien y al final no nos ponemos de acuerdo cuando si encontrara a la que siente esto y se lo contara a lo mejor seria tan facil.

Suerte!!!

Anónimo dijo...

uyyyy totalmente de acuerdo.