Un poco más tonto.

Desde tu partida me he vuelto un poco más tonto, incluso he dejado de hacer tanto ejercicio, ahora ya no me considero un devorador de libros y en ocasiones siento que la imaginación se disuelve, el día de tu partida aprendí a sentir pero al mismo tiempo aprendí que contigo solamente estaba en busca de la perfección y esta solamente la tengo cerca de Dios, ahora soy un poco más optimista, observo la luz del sol y entiendo el misticismo de esta complicada vida, he empezado a mirar hacia donde apunta mi sonrisa y no te encuentro por ningún lado, pero no creas que te he olvidado por eso escribo estas palabras.

Hoy intento aprender de lo mejor que tienen todas las personas y guardarlo en el baúl con forma de corazón que alguien coloco en mi pecho el cual me acompañará toda la vida.

Marea picada.

Me alegran tus silencios porque me llenan de calma, te siento cerca y repleta de sentimientos, veo tu alma… Y pienso en el fin de este beso.

Abecedario.

¿Alguien busca cariño?
Chica de extrema felicidad, gigante hermosura, intenta jugar.

Kenia le llaman, mira nuestras ñañaras, obsérvala ¿Puede querer realmente? ¿Será tan única?

Willie y Xochitl Zárate.

Cavernicola.

Tu mirada me indica que me vaya, lo ignoro siento que me llama.

Tu forma de ver la vida y tú.

No me des las letras, regálame un pensamiento.

Mis manías.

Explotaste y terminaste repartida en mil pedazos, te encuentro en todas partes.

Tú y ya.

Mi corazón es de oro y tus ojos alérgicos al brillo.

Tú y tu libro de amor.

Tú me miras y yo tan solo te miro mirando, te acercas y me robas un beso pero no te das cuenta que al mismo tiempo yo te estoy secuestrando el corazón.

...

Y el ultimo día llore tantas palabras que crearon un mar, donde me gustaría ahogarte y morir, juntos morir.

¿Una taza? ¿Una tetera? ¿Un vaso?

Nunca encontraste el molde perfecto que te pudiera contener, intentaste volverme un florero y disfrazarte de girasol, después me volviste jarra y te disfrázate de la más dulce agua de melón y al final me quebraste, ningún recipiente puede contener tanto vinagre sin corroerse.

Sonrío porque me enseñaste para donde no tengo que mirar…

Hey tú!

La noche era nuestra mejor compañía, reías y yo no podía dejar de verte, hermosa, radiante, tan llena de ti, en ese momento servias un poco de vino y yo solo pensaba...

¿Cómo provocar desde el sentido más vano?

En todos lo instantes en que cerré mi puño transcurrieron recuerdos perdidos, cuando decido abrir la palma de mi mano noto que los buitres me acechan y quieren comer de mi corazón.

Pensar que una pequeña mariposa alejaría toda la maldad con sus frágiles alas y se quedaría para pintarme un mundo de colores.

Al final es gratificante hallar.

OjOs

Ante mis ojos, eres la niña más bonita.

Abecedario.

Amigos buscamos cazar chacales del Estado de México, fieros, glotones, han infectado jardines kilométricos, luego llanuras.

Mira nuestros ñandúes, ocupan puestos que rápido sustituyen toros, unos valientes.

Wilson y Xavier Zapata.

Imaginario.

No es el que no tiene defectos, es el que vive por sus virtudes.

Es verdad que existe un mundo mejor, solo es cuestión de cerrar los ojos y empezar a construir.

Hey tu!

Si tan solo pudieras verte como yo te veo, escucharte como yo te escucho, olerte como yo te huelo...

Te darías cuenta que soy un pervertido.

Yo soy yo.

Alcanzo a observar que la marea te arrastra, aunque mi rostro esboza una sonrisa, mi corazón pide que salte del bote para ahogarnos juntos.

Por las noches DIOS nos entrena para morir.

¿Oye hermano viste a ese estúpido nerd?

Su amistad parece casi tan imposible como su look.

Al final tu cintura...

Puedo soportar que te tomes un tafil por las noches, pero tira esas malditas píldoras de ego!

¿Acaso no ves que te estas volviendo adicta?

Ya no te devuelvas.

Si la vida fueran las cosas que sueño completamente borracho, moriríamos de felicidad, pero juntos.

Arriba solo hay cielo.

Cuando me miras me da la impresión de que estas hecha de cielo.

Eco.

Aún te siguen las voces que nunca aprendiste a escuchar.

A.

Aldo Atómico ama atar asnos a altas azoteas anaranjadas, antes ataba asesinos audaces así anduvieran admirando ángeles.

M.

Marcela mira muchas muchachas místicas, mientras más mujeres marchan menos me mira.

Solamente un giro menos.

Llorar hasta inundarnos y poder salir nadando, huyendo de nuestras propias lagrimas.