Nunca encontraste el molde perfecto que te pudiera contener, intentaste volverme un florero y disfrazarte de girasol, después me volviste jarra y te disfrázate de la más dulce agua de melón y al final me quebraste, ningún recipiente puede contener tanto vinagre sin corroerse.
Sonrío porque me enseñaste para donde no tengo que mirar…
1 comentario:
Escribes intenso, te sigo leyendo. Saludo desde España.
Publicar un comentario